Aquí me encuentro, haciendo algo que nunca imaginé sería lo suficientemente vieja o interesante para hacer, escribir mis memorias.
Esta es la primera colaboración en la historia del blog que recibo y que de hecho decidí publicar. No podía ser de nadie mas que de mi colega y amiga Jimena Jimenez. No solo colega en el campo de diseño de moda, no, no, no, antes de la existencia de éste blog tenía otro llamado "Indie Runway" -creo ya he hablado o traído a mención antes- y en ese blog invité a Jimena a ser la segunda escritora en el sitio por lo cual, claro está, era imposible negarle una colaboración aquí.
En este texto Jimena nos da sus impresiones de la reciente obra literaria sobre las memorias de Grace, titulado "Grace A Memoir", así como también nos comparte algunas de sus ilustraciones inspiradas en imágenes contenidas en el libro.
-Alejandro Rivera
Grace Coddington tiene 72 y es directora creativa de Vogue US. Recientemente publicó sus memorias que son un deleite y les recomiendo ampliamente, tanto a amantes de la moda, como lectores en general. La siguiente es una pequeña colección de los datos que me parecieron mas relevantes de esa obra.
"Siempre mantén los ojos abiertos, ya que nunca sabes cuándo encontrarás algo inspirador" Es el consejo que repite en esta obra, luego de enfatizarlo también en el documental The September Issue, de donde la mayoría conocemos a ese gran personaje".
Muestra de la fotografía original e interpretación personal de Jimena.
De la edad de nueve a los diecisiete años, asistió a Le Bon Sauveur, un colegio dirigido por monjas de la orden católica de Francia, era pequeño y un tanto exclusivo, ya que era el único colegio privado del área. De bellos pisos de madera, techos altos, canchas de tenis y jardines hermosos. En adición de las materias tradicionales se le enseñó ballet, tejido con agujas y otros pasatiempos con el objetivo de prepararla para una vida de mujer casada sin empleo. Durante el receso se esperaba que las niñas conversaran en francés.
El colegio contaba con un área plana extensa, donde las monjas patinaban aleteando sus hábitos, como cuervos con ruedas y haciendo la ocasional pirueta.
Uno de sus reportes escolares de cuando tenía 14 años dice: "Grace tiene una manera muy amable de hacer siempre su voluntad".
Tenía quince años cuando se enamoró profundamente por primera vez. Y tuvo una despedida de película, cuando el chico con el que tuvo su primer beso fue reclutado y se despidieron en la estación del tren. Ella en su vestido estampado y él en su uniforme, entre el silbido del tren y las nubes de vapor. Su corazón estaba roto.
La invadió una temprana fascinación por el cine, se entregaba en la oscuridad al mundo de ensueño del celuloide.
Durante su adolescencia se creó la mayoría de su guardarropa, incluso trajes y abrigos, con su máquina de coser Singer de pedales. Su madre solo le permitía vestir con ropa relativamente conservadora.
Las fotografías de Vogue eran lo que más amaba, especialmente las que eran tomadas al aire libre. La transportaban a todo tipo de lugares exóticos, lugares donde uno podía usar ese tipo de prendas.
Aprobó su examen de manejo en Central London manejando descalza
Se confiesa ansiosa incluso en sus mejores días y el interactuar con un grupo numeroso de personas la pone nerviosa.
Aplicó maquillaje y polvos al futuro Rey de Inglaterra; el Príncipe Carlos, en 1969 durante la toma de fotos de su investidura. Momento en que los conocimientos colegiales en reverencia y cortesía, fueron muy útiles por única vez.
"Christy Turlington es probablemente la modelo más hermosa que he visto jamás".
Relata que cuando modelaba podía permanecer sola en los vestidores, muriendo de hambre y preguntándose ¿dónde estaban el resto de las modelos?, que habían desaparecido a la hora del almuerzo sin decirle nunca a donde iban y ella, simplemente permanecía ahí, excluida y hambrienta. Resultaba que los estudios de Elle tenían cafetería, pero nunca se lo dijeron.
Justo cuando su carrera como modelo comenzaba a despegar de manera seria, sufrió un terrible accidente automovilístico, donde su cara se estrelló en el espejo del conductor y su párpado izquierdo se rebanó. Agrega con humor que afortunadamente encontraron sus pestañas. El impacto la lanzó fuera del vehículo y recuerda haber despertado a la orilla del camino en los brazos de un policía, a quién empapaba con su sangre.
En el hospital, no le permitían verse en el espejo y cuando su entonces pareja la vio, casi se desmaya. Luego del accidente no trabajó por dos años y se sometió a cinco cirugías plásticas durante ese periodo.
Escondía sus cicatrices bajo gafas enormes y oscuras, afortunadamente Jackie Kennedy las popularizaba en esa época. Actualmente tiene una aversión total hacia los lentes oscuros, tal vez por que le recuerdan tanto esa temporada tan dolorosa en su vida.
Decoraba los departamentos de su juventud pintando las paredes con azules oscuros o ciruela, compraba alfombras con patrones brillantes y cerámica mexicana.
Usa su premio CFDA para colgar piezas exclusivas de joyería en el baño de su casa. Y la versión británica de éste premio, le sirve como tope para puerta en su balcón de puertas francesas, para que sus gatos puedan entrar y salir libremente, hablando de gatos, también dice que tener gatos en su vida le ha brindado extrema felicidad. Además su gato Bart tiene el extraño hábito de brincar a su regazo mientras está en el sanitario.
Se acredita el look de las pestañas twiglets, ya que ella se las pintaba así incluso antes de que la modelo Twiggy naciera.
Nunca logró broncearse al natural como las modelos de antaño, ya que su piel se tornaba de un rojo brillante para después descarapelarse.
"No tengo en realidad un solo amigo que no esté en ésta industria, lo cual está perfectamente bien por mi".
Una vez aceptó ser llevada a su casa por Polanski luego de una noche salvaje bebiendo, el paró en su casa y trató de arrastrarla adentro, ella escapó y caminó el resto del trayecto a su casa.
El único embarazo que logró en su vida, terminó en aborto espontaneo luego de siete meses, ésto cuando una muchedumbre apasionada del futbol en Chelsea -quienes eran notoriamente agresivos-, levantaron su Mini del suelo y lo volcaron en su costado con ella en el interior.
Siempre boceta todos los looks de los desfiles, lo prefiere, ya que estimula su memoria mejor que cualquier fotografía.
Incluso cuando no tenía un centavo, buscaba estar "Chicly Dressed".
Tuvo una etapa en su vida en la que solo usó diseños de Azzedine Alaïa y otra en la que vistió exclusivamente Calvin Klein.
Considera oprobioso el uso de pieles de especies en peligro de extinción como el leopardo de nieve.
Fue una de las musas del Look Sassoon, el estilista incluso creó un estilo especial y ultra moderno para ella, llamado el Corte de los Cinco Puntos.
"De muchas maneras aún estoy completamente fascinada con la moda. He trabajado en ella por más de 50 años y acepto con gracia, que mi mundo se ha expandido conmigo, no contraído. Aún tejo sueños, encontrando inspiración donde pueda, buscando romance en el mundo real".
Su única hermana muere la Navidad de 1972 y el diseñador de calzado Manolo Blahnik le mostró una bondad que nunca olviadaría, al consolarla y confortarla toda la noche luego del funeral, quedándose con ella en su casa para que no estuviera sola.
Trabajar durante época de tragedia, para ella es una forma de consolación.
Lloró en backstage conmovida por la belleza de la colección "Broken Bride" de Rei Kawakubo.
Durante una sesión fotográfica utilizó un toy poodle entrenado, pero al ser macho, tuvo que retocar sus partes bajas para agraciar la sensibilidad de los lectores de Vogue.
Anna Wintour sobre Grace en su fiesta de cumpleaños número 70: "Para mí, siempre serás el corazón y alma de la revista, su guardián en la puerta y su luz de excelencia. Mientras he editado Vogue, una persona, Grace Coddington, me ha emocionado por venir a la oficina cada día".
Grace sobre Anna en cierta reunión: "Anna bailó salvajemente".
Ha constatado la verdad que se puede leer en las cartas y mantiene consultas esporádicas con una psíquica de animales, que siempre acierta.
Texto e ilustraciones por Jimena Jiménez
Edición por Alejandro Rivera